Blog sobre libros cuya temática son
las drogas y la subcultura que se crea a partir de ellas.

lunes, 2 de marzo de 2009

CAPÍTULO III: AULLIDO, de Allen Ginsberg

ACORDES SOSTENIDOS DE UNA GENERACIÓN







Considerado heredero de Walt Whitman y de William Blake, el poeta perteneciente a la generación beat Allen Ginsberg, basa su crítica a la sociedad en la creación automática de poemas. Si buscas poesía refinada, como la de sus predecesores, vuélvete atrás. La poesía de Ginsberg es un puñetazo de realidad, como toda la producción literaria que hemos visto y veremos en este blog. A pesar de recibir influjos estilísticos del romanticismo (belleza) y del modernismo (refinamiento), su lenguaje es explícitamente visual y sonoro, violento y muy poco refinado.

Para nada se preocupa de que nosotros, como lectores de sus palabras, sintamos goce con dicha lectura. Más bien al contrario: los sentimientos que pueda arrancarnos serán desagradables y desequilibrados. Con su lírica, pretende insuflarnos de su rebeldía y malestar ante la organización y los órdenes establecidos. Una de sus citas más célebres es la siguiente: "Nuestro objetivo era salvar el planeta y alterar la conciencia humana. Eso llevará mucho tiempo, si llega a pasar". Toda la retórica de Ginsberg, inspiradora de toda una generación literaria, como veremos más adelante, se basa precisamente en eso: en la destrucción de convenciones.


SINOPSIS

He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la locura,
famélicos, histéricos, desnudos,
arrastrándose de madrugada por las calles de los negros en busca de un colérico
picotazo,
pasotas de cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión
celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la noche,
que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con vacías
miradas, velaban fumando en la sobrenatural oscuridad de los pisos de agua
fría flotando sobre las crestas de la ciudad en contemplación del jazz

En un principio, leyendo las primeras estrofas del poema Aullido, observamos que no tiene un hilo argumental claro, como sí lo puedan tener otros versos de Whitman o de Lorca. Pero, con una maestría que rebasa la historia, el poeta consigue aunar todo el sentimiento de una generación que, teniéndolo todo, se sentía vacía y recurría a los estupefacientes para salir de sus hacinamientos. El propio poema Howl, fue escrito bajo los efectos del peyote y del LSD. La dinámica de los beatnik será la escritura automática, es decir, la producción sin planificación, sin estructura. Desnudar el alma para conocerse mucho mejor como artista. Observando esta técnica, podemos afirmar que los beatnik también bebieron del surrealismo. Aún así, estaríamos reduciendo el potencial de este movimiento. No, Aullido lleva en su interior todo el espíritu de lo que luego sería la cultura underground, esa que los aristócratas cultos piensan que es basura. Esa que sirve de excusa para los jóvenes desencantados para revelarse contra los libros que le obligan a leer en clase. Los cómics, la música indie o el rock, las drogas, el sexo, la liberación de unos órdenes fuertemente establecidos que obligan a vivir una vida extraña y ajena, es lo que simboliza la cultura beat, y toda su generación.



PERSONAJES

Quienes fueron expulsados de las academias por locos por publicar odas obscenas en las ventanas del cráneo.
Quienes se encogieron sin afeitar y en ropa interior, quemando su dinero en papeleras y escuchando el Terror a través de las paredes.
Quienes se jodieron sus pelos púbicos al volver de Laredo con un cinturón de marihuana para New York.
Quienes comieron fuego en hoteles coloreados o bebieron trementina en Paradise Alley, muerte, o purgaron sus torsos noche tras noche con sueños, con drogas, con pesadillas despiertas, alcohol y verga y bolas infinitas, ceguera incomparable; calles de nubes vibrantes y relámpagos en la mente saltando hacia los polos de Canadá y Paterson, iluminando todas las palabras inmóviles del Tiempo, sólidos peyotes de los vestíbulos, amaneceres en el cementerio del árbol verde, ebriedad del vino en los tejados, puestos municipales el neon estridente luces del tráfico parpadeantes, vibraciones del sol, la luna y los árboles en los bulliciosos crepúsculos de invierno de Brooklyn, estrepitosos tarros de basura y una regia clase de iluminación de la mente.

El protagonista de Aullido es el perdedor (loser). Es todo aquel que se ha visto inmerso en las cadenas de la sociedad y ha fracasado en su función de eslabón. Toda la generación que posteriormente, inspirada por los versos de Ginsberg, de Jack Keourac, de Gregory Corso o incluso de Bob Dylan, se sublevaron contra sus familias y contra el gobierno que les obligaba a alistarse como soldado en la guerra de Vietnam. A través de metáforas, Ginsberg nos va describiendo a sus amigos poetas y colegas de creación artística.



CONCLUSIÓN

En la entrada que sigue a esta, hablaremos de las repercusiones que el poema tuvo sobre la literatura. Las relaciones con el mundo de las drogas parecen más que obvias, no solo por que por sus efectos se pueden explicar numerosas de las metáforas usadas, sino porque son causa de que esa generación, basada en el amor libre, en la vida en comuna y en un retorno a la naturaleza, se viera destruida a sí misma por una adicción insufrible. Al final, como ya veremos en la siguiente entrada, la sociedad ganaría su pulso. Pero hubo muchos, como Ginsberg y todos los que se seintieron (y aún hoy se sienten) identificados con sus versos, que demostraron que, aunque por poco tiempo, se puede vivir de forma distinta a lo que mandan los cánones.


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