
Lo que es indiscutible atribuir a Ted Nelson es la incorporación del copyright como un sistema de autorizaciones que permite a cualquiera reutilizar cualquier trozo (de cualquier tamaño) del material de cualquier otro autor en un nuevo documento. Este sistema se denominó trnascopyright (en castellano, transclusión), es decir, el hecho por el cual supuestamente se transmite un puntero al material deseado y cualquier cliente que adquiera nuestro material adquiere simultáneamente el trozo correspondiente (de cada cita) de la publicación original.
No podemos comparar los URL con la transclusión de Ted Nelson, ya que Tim Beners-Lee nos propone recuperar un documento entero, mientras que el concepto de Xanadu se refiere a una cita o un fragmento único de esa obra. La obra de Ted Nelson, "Literary Machines", donde exponía dicho poryecto, se quedó en su tiempo como una utopía. No es de extrañar, pues la idea de crear un mar de documentos relacionados mediante enlaces hipertextuales, todos disponibles instantáneamente, parecía muy descabellada. Que años más tarde, en 1991, Tim Beners-Lee pariese un sistema llamado La Web, y que dicho sistema se utilice hoy en día globalmente, sin recordar tan siquiera el proyecto Xanadu, nos indica una vez más lo imprevisible que es el ser humano.
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