Blog sobre libros cuya temática son
las drogas y la subcultura que se crea a partir de ellas.

martes, 31 de marzo de 2009

PRÁCTICA 5: SIR TIMOTHY "TIM" JOHN BERNERS-LEE vs. TED NELSON

LA HIPERTEXTUALIDAD: ¿ORIGINALIDAD O IDEA REVISADA?

La idea del "docuverse" (o documento universal) es genuino deproyecto Xanadu, creado por Ted Nelson y Vannevar Bush. En dicho proyecto, ya se adelantaban conceptos que se supieron originales del proyecto de URL (Uniform Resources Locator), tales como la hipertextualidad, un sistema de cobro de derechos de autor y una organización basada en el rastreo de obras y documentos. Fue Nelson el fundador del proyecto, en 1960, muchos años antes de que Tim Berners-Lee, crease y utilizase por primera vez los URL. El concepto es el mismo, de hecho, aún hoy en día el proyecto Xanadu se queda muy lejos de la realidad, para seguir siendo un tanto ciencia ficción, ya que el proyecto pretendía no solo que el usuario recuperase el documento, sino cobrarle los derechos de autor en dicha apropiación. Hoy en día, los derechos no se traspasan por la web: están registrados en instituciones como la SGAE en España.

Lo que es indiscutible atribuir a Ted Nelson es la incorporación del copyright como un sistema de autorizaciones que permite a cualquiera reutilizar cualquier trozo (de cualquier tamaño) del material de cualquier otro autor en un nuevo documento. Este sistema se denominó trnascopyright (en castellano, transclusión), es decir, el hecho por el cual supuestamente se transmite un puntero al material deseado y cualquier cliente que adquiera nuestro material adquiere simultáneamente el trozo correspondiente (de cada cita) de la publicación original.

No podemos comparar los URL con la transclusión de Ted Nelson, ya que Tim Beners-Lee nos propone recuperar un documento entero, mientras que el concepto de Xanadu se refiere a una cita o un fragmento único de esa obra. La obra de Ted Nelson, "Literary Machines", donde exponía dicho poryecto, se quedó en su tiempo como una utopía. No es de extrañar, pues la idea de crear un mar de documentos relacionados mediante enlaces hipertextuales, todos disponibles instantáneamente, parecía muy descabellada. Que años más tarde, en 1991, Tim Beners-Lee pariese un sistema llamado La Web, y que dicho sistema se utilice hoy en día globalmente, sin recordar tan siquiera el proyecto Xanadu, nos indica una vez más lo imprevisible que es el ser humano.

sábado, 28 de marzo de 2009

CAPÍTULO V: ALEJANDRO SAWA y Luces de Bohemia

LAS DROGAS EN LA LITERATURA ESPAÑOLA DECIMONÓNICA: EL ALCOHOLISMO Y EL ESPERPENTO


Ayer se celebraba el día internacional del teatro, y por todos los teatros del mundo se leía el manifiesto de Augusto Boal, dramaturgo brasileño. “Actores somos todos nosotros, el ciudadano no es aquel que vive en sociedad: ¡es aquel que la transforma!”, decía en su disertación acerca de su visión personal del teatro. La noche del día anterior, tenía lugar por las calles de Madrid una celebración muy acorde con el mundo del drama: la Noche de Max Estrella. Los bohemios y filibusteros que aún no han muerto a manos de la digitalización y las nuevas tecnologías y por las drogas de diseño, se unieron tomando las calles a golpe de sangría, vino barato y avinagrado y churros azucarados.

El recorrido, como todos los años, pasa por diversas localizaciones del Madrid literario: la casa de Fígaro, la de Lope de Vega, el callejón de los espejos, Casa Ciríaco, etc., hasta acabar en el Círculo de Bellas Artes. Estrictamente, sigue el recorrido que los dos personajes de la obra Luces de Bohemia, Max Estrella y Don Latino de Hispalis, realizan en una noche de borrachera. Es el Madrid que ha quedado como Meca de la Bohemia, gracias a Valle-Inclán.

Todas estas celebraciones cobran este año más sentido que nunca. En el 2009 se cumplen los cien años de la muerte del escritor Alejandro Sawa, el genuino, perfecto e inmortal Max Estrella. El escritor ciego, cómo sino de otra manera, que reflejó, sin ánimo de gloria, toda la sociedad española de la época, muy hermanada con la actual, de la forma más caricaturizada que pudo, gracias a su inseparable amigo, el aguardiente.

Retrató esa España a la que Mariano José de Larra había pegado un tiro, ese país que le quitó una vez un brazo a un escritor y más tarde a un duelista; esa nación de cobardes que se dejan gobernar por que es la única forma que tienen para unirse; esa patria que se excita con las botas castrenses y el aire marcial de los mostachos bien atemperados; en fin, esa nación que expulsa a poetas y a pintores, porque la única forma de regentar es tener por bandera la barbarie, la ignorancia y la potencia de las armas. No caben la sensibilidad, la creatividad ni la posibilidad de la diferencia.

Que no piense el lector que la actualidad ha cambiado mucho con respecto a esto. Sí, hay libertad. Pero hay un pacto tácito y silencioso para marginar al diferente, al extraño que no lee los éxitos del momento, para el que escupe sobre obras que versan sobre conspiraciones religiosas o sobre vidas que no son mucho más importantes que una partida de ajedrez. Son hombres, bohemios, que viven erróneamente en el pasado, precisamente porque todo su entorno les ha obligado a ello. Para todos ellos, Alejandro Sawa, divinizado ya allí donde moran las leyendas, tiene toda la eternidad para protegerlos, para cubrir con su mano temblorosa por el alcohol y el opio su causa sin sentido. A ellos, les ilumina desde la sombra.


MAX: Ayúdame a ponerme en pie.
DON LATINO: ¡Arriba, carcunda!
MAX: ¡No me tengo!
DON LATINO: ¡Qué tuno eres!
MAX: ¡Idiota!
DON LATINO: ¡La verdad es que tienes una fisonomía algo rara!
MAX: ¡Don Latino de Hispalis, grotesco personaje, te inmortalizaré en una novela!
DON LATINO: Una tragedia, Max.
MAX: La tragedia nuestra no es tragedia.
DON LATINO: ¡Pues algo será!
MAX: El Esperpento.
DON LATINO: No tuerzas la boca, Max.
MAX: ¡Me estoy helando!
DON LATINO: Levántate. Vamos a caminar.
MAX: No puedo.
DON LATINO: Deja esa farsa. Vamos a caminar.
MAX: Échame el aliento. ¿Adónde te has ído, Latino?
DON LATINO: Estoy a tu lado.
MAX: Como te has convertido en buey, no podía reconocerte. Échame el aliento, ilustre buey del pesebre belenita. ¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá el Buey Apis. Lo torearemos,
DON LATINO: Me estás asustando. Debías dejar esa broma.
MAX: Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
DON LATINO: ¡Estás completamente curda!
MAX: Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO: ¡Miau! ¡Te estás contagiando!
MAX: España es una deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO: ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX: Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO: Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX: Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta, Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO: ¿Y dónde está el espejo?
MAX: En el fondo del vaso.
DON LATINO: ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
MAX: Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.



Azorín viene a decir en su obra La Guerrilla, que se representó en la noche de ayer en el auditorio Padre Soler de Leganés, que la historia de España se puede explicar por las emociones que te puede crear una rebanada de pan. Pan, opio y alcohol nos traen a la memoria a Alejandro Sawa. Y Valle-Inclán supo apreciar el puntal dramático que Sawa ofreció en su vida. Emilio Carrere había usado ya esa facilidad de las novelas pulp para mezclar humor, violencia y literatura tremebunda. Todos sus personajes están vistos desde una perspectiva brumosa por el humo del opio. Y los de Valle-Inclán, en cambio, se ven reflejados en el vaso vacío del alcohol.

Pata acabar, reivindicamos a los artistas de las palabras, pues son los que quedan, como puntos de luz inmortales, en la bruma de la historia, gracias al poder de las palabras:




lunes, 23 de marzo de 2009

PRÁCTICA 4: EMPRESAS Y HABILIDADES DIGITALES

SOBRE EL X CONGRESO DE PERIODISMO DIGITAL EN HUESCA

Desgraciadamente, una de las relaciones más productivas en nuestra actualidad es la de la crisis tan popular y el periodismo. Casi han corrido más río de tinta en periódicos que en asesores de bolsa. El periodismo vende cánones estándares, valga la redundancia de los términos. Podrían verse como incompatibles, pues son sinónimos, pues no habría otra forma de describir el periodismo al que podemos acceder en la actualidad. Es el periodismo estándar, de los estereotipos, burgués y de las clases sociales. Es un periodismo que rechaza por completo la literatura. Es tan técnico, que se despersonaliza de una manera que solo nos puede arrancar una única y pobre emoción: indiferencia. ¡Muera Mariano José de Larra! ¡Larga vida a la desidia en la redacción!

Todo esto se ha agudizado aún más con el periodismo digital, ciudadano o como se quiera llamar. La reducción de fronteras de cara al lector en muchos aspectos, han hecho que se reduzca o se aliene de igual modo su esencia inicial. Al democratizarse de una manera tan absurda y radical los tiempos de producción periodística, lo único que se está consiguiendo es que en el mercado de la prensa no haya más que fotocopias de noticias. Todos los periodistas que se entienden como profesionales, siguen unos esquemas compositivos para así seguir el ritmo de demanda de un usuario malacostumbrado al “aquí y ahora”.

El X Congreso Nacional de Periodismo Digital celebrado en Huesca los pasados días 12 y 13 de marzo, viene a intentar reflexionar sobre este hecho. Verdaderamente aún existen profesionales que creen en una salvación del periodismo en internet, como Jorge Alcalde o Ramón Salaverría. Otros, como Jaime Armengol, director de El Periódico de Aragón, vuelven a incurrir en el error de relacionar periodismo y empresa. Debemos seguir las ponencias que relacionan al periodismo y la literatura, como defiende Antón Castro, José Andrés Rojo o Miguel Ángel Muñoz.


En este sentido, me gustaría mucho destacar a Manuel Rivas, como defensor de la idea del periodismo tradicional, que no conservador. Por supuesto, no pretendo para nada rechazar las nuevas tecnologías en este hecho (y para muestra, este blog, de temática literaria), sino que intento rescatar todo el periodismo de la masificación a la que se ha visto sometido en pos de convertirlo en un producto enlatado para el consumo rápido.

La solución se encuentra en encontrar tiempo para reflexionar profundamente, como lo hicieron los antiguos periodistas, reivindicar a Fígaro como una Ítaca a la que regresar. Que el periodismo se vuelva a fijar en esas voces pequeñas, y qué mejor para ello que el periodismo digital. Al tener una mayor capacidad de instantaneidad, se puede llegar a servir a aquellos que más lo necesiten, y no a las lobbies y grupos de presión de siempre. Como este es un blog de literatura, recomiendo un libro: A cuerpo abierto, una recopilación de artículos de Rivas. Para recuperar el periodismo que una vez murió de un pistoletazo en la sien, para demostrar a esa España cruel que mató a tantos poetas que el periodismo, la literatura, el arte en general, no entiende de naciones.


jueves, 12 de marzo de 2009

CAPÍTULO IV: AULLIDO, LA GENERACIÓN BEAT

15 AÑOS DE LA MUERTE DE UN SPUTNIK SOCIAL

"Ese es el problema con la bebida, pensé, mientras me servia un trago. Si ocurre algo malo, bebes para olvidarlo; si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo; y si no pasa nada, bebes para que pase algo."
Te imaginas a un hombre barbudo, de mirada profunda, de sonrisa astuta, de comentarios intrincados, de ideología incalificable. Piensas que es el peor ser humano de la Tierra, que deberían encerrarlo y tirar la llave, olvidarse de su celda y que pasen los años y la humanidad crezca sin su existencia. Pero es imposible: Henry Chinaski es la humanidad misma, es la sombra proyectada de la luz, la penumbra inseparable a la bondad, el amor, la honestidad y todas esa lista de valores morales que los seres humanos hemos creado para seguir pensando en un antropocentrismo en el universo. Henri Chinaski viene a metamorfosear el concepto de antihéroe, de pícaro en la literatura. Henri Chinaski viene a completar de la manera más genuina posible la personalidad y vida de su creador, de su mínimum ego: Charles Bukowski.



Bukowski es heredero de la misma época de la generación a la que a regañadeintes pertenece. Nunca le gustó enmarcarse en ninguna corriente. Supongo que por esa necesidad de rebeldía y de soledad de la que habla en el vídeo (por esa necesidad de "echar whisky a ese pájaro azul que habita su interior”). Pero lo cierto es que los críticos, debido a su estilo y actitud similar, le engloban dentro de la Generación Beat. De encerrarlo en un grupo, qué mejor que la generación de Ginsberg para ello. Aún así, personalmente veo que muchas de sus características como escritor, superan en mucho a las de los Beat.

“Un intelectual es el que dice una cosa simple de un modo complicado; Un artista es el que dice una cosa complicada de un modo simple.”

Lo principal de sus obras es la ciudad, que toma mucha más importancia que los elementos anexos a ella, como la soledad, la colectivización o, primordialmente, las drogas. La droga inspiradora de Bukowski y de su alter ego Chinaski, fue el alcohol. Quizá una sustancia muy clásica ya en los escritores tradicionales, es por ese motivo precisamente por lo que Bukowski puede separarse de los Beat. Escritor de más de cincuenta libros, cultivó la prosa y la poesía siempre desde el llamado “Realismo Sucio”, muy seguramente debido a su alcoholismo dogmático. Y es que su relación con el mundo se puede apreciar en obras suyas como Factótum, Escritos de un viejo indecente (Notes of a dirty old man) o El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco. Su postura es siempre desencantada y aparentemente pesimista, nunca conformista. Sólo cuando por sus venas comenzó a correr sangre blanca, tuvo que postrarse y descansar, hizo el pasado 9 de marzo 15 años.

"El hombre ha nacido para morir.¿Qué quiere decir eso? Perder el tiempo y esperar. Esperar el colectivo. Esperar que canten los ratones.Esperar que a las serpientes le crezcan alas. Perder el tiempo."

Pero más que beat, Bukowski recibió sus influencias directamente, pero las usó como a él le conveía, creando un estilo propio. Usó todas las habilidades de la generación para sublevarse contra la sociedad cinematográfica para la que trabajó en diversas ocasiones. Con obras como Hollywood o Pulp, lanzaba una salva de irrespetuosas acusaciones realistas contra la industria que se estaba creando en el distrito de Los ángeles. Estuvo siempre fuera de los movimientos hippie o y hipster, es decir, de la subcultura contemporánea. Pero bebió de ellos para darle un enfoque personal. Consiguió ser una leyenda en vida, y una leyenda muerto. 15 años después de su desaparición, le recordamos como un espíritu de una generación, rota moralmente por las drogas, pero con una ideología muy clara para una época gobernada por las multinacionales.

"Cuando los hombre controlen los gobiernos, los hombres no necesitarán gobiernos. Hasta entonces estamos jodidos."

lunes, 2 de marzo de 2009

CAPÍTULO III: AULLIDO, de Allen Ginsberg

ACORDES SOSTENIDOS DE UNA GENERACIÓN







Considerado heredero de Walt Whitman y de William Blake, el poeta perteneciente a la generación beat Allen Ginsberg, basa su crítica a la sociedad en la creación automática de poemas. Si buscas poesía refinada, como la de sus predecesores, vuélvete atrás. La poesía de Ginsberg es un puñetazo de realidad, como toda la producción literaria que hemos visto y veremos en este blog. A pesar de recibir influjos estilísticos del romanticismo (belleza) y del modernismo (refinamiento), su lenguaje es explícitamente visual y sonoro, violento y muy poco refinado.

Para nada se preocupa de que nosotros, como lectores de sus palabras, sintamos goce con dicha lectura. Más bien al contrario: los sentimientos que pueda arrancarnos serán desagradables y desequilibrados. Con su lírica, pretende insuflarnos de su rebeldía y malestar ante la organización y los órdenes establecidos. Una de sus citas más célebres es la siguiente: "Nuestro objetivo era salvar el planeta y alterar la conciencia humana. Eso llevará mucho tiempo, si llega a pasar". Toda la retórica de Ginsberg, inspiradora de toda una generación literaria, como veremos más adelante, se basa precisamente en eso: en la destrucción de convenciones.


SINOPSIS

He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la locura,
famélicos, histéricos, desnudos,
arrastrándose de madrugada por las calles de los negros en busca de un colérico
picotazo,
pasotas de cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión
celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la noche,
que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con vacías
miradas, velaban fumando en la sobrenatural oscuridad de los pisos de agua
fría flotando sobre las crestas de la ciudad en contemplación del jazz

En un principio, leyendo las primeras estrofas del poema Aullido, observamos que no tiene un hilo argumental claro, como sí lo puedan tener otros versos de Whitman o de Lorca. Pero, con una maestría que rebasa la historia, el poeta consigue aunar todo el sentimiento de una generación que, teniéndolo todo, se sentía vacía y recurría a los estupefacientes para salir de sus hacinamientos. El propio poema Howl, fue escrito bajo los efectos del peyote y del LSD. La dinámica de los beatnik será la escritura automática, es decir, la producción sin planificación, sin estructura. Desnudar el alma para conocerse mucho mejor como artista. Observando esta técnica, podemos afirmar que los beatnik también bebieron del surrealismo. Aún así, estaríamos reduciendo el potencial de este movimiento. No, Aullido lleva en su interior todo el espíritu de lo que luego sería la cultura underground, esa que los aristócratas cultos piensan que es basura. Esa que sirve de excusa para los jóvenes desencantados para revelarse contra los libros que le obligan a leer en clase. Los cómics, la música indie o el rock, las drogas, el sexo, la liberación de unos órdenes fuertemente establecidos que obligan a vivir una vida extraña y ajena, es lo que simboliza la cultura beat, y toda su generación.



PERSONAJES

Quienes fueron expulsados de las academias por locos por publicar odas obscenas en las ventanas del cráneo.
Quienes se encogieron sin afeitar y en ropa interior, quemando su dinero en papeleras y escuchando el Terror a través de las paredes.
Quienes se jodieron sus pelos púbicos al volver de Laredo con un cinturón de marihuana para New York.
Quienes comieron fuego en hoteles coloreados o bebieron trementina en Paradise Alley, muerte, o purgaron sus torsos noche tras noche con sueños, con drogas, con pesadillas despiertas, alcohol y verga y bolas infinitas, ceguera incomparable; calles de nubes vibrantes y relámpagos en la mente saltando hacia los polos de Canadá y Paterson, iluminando todas las palabras inmóviles del Tiempo, sólidos peyotes de los vestíbulos, amaneceres en el cementerio del árbol verde, ebriedad del vino en los tejados, puestos municipales el neon estridente luces del tráfico parpadeantes, vibraciones del sol, la luna y los árboles en los bulliciosos crepúsculos de invierno de Brooklyn, estrepitosos tarros de basura y una regia clase de iluminación de la mente.

El protagonista de Aullido es el perdedor (loser). Es todo aquel que se ha visto inmerso en las cadenas de la sociedad y ha fracasado en su función de eslabón. Toda la generación que posteriormente, inspirada por los versos de Ginsberg, de Jack Keourac, de Gregory Corso o incluso de Bob Dylan, se sublevaron contra sus familias y contra el gobierno que les obligaba a alistarse como soldado en la guerra de Vietnam. A través de metáforas, Ginsberg nos va describiendo a sus amigos poetas y colegas de creación artística.



CONCLUSIÓN

En la entrada que sigue a esta, hablaremos de las repercusiones que el poema tuvo sobre la literatura. Las relaciones con el mundo de las drogas parecen más que obvias, no solo por que por sus efectos se pueden explicar numerosas de las metáforas usadas, sino porque son causa de que esa generación, basada en el amor libre, en la vida en comuna y en un retorno a la naturaleza, se viera destruida a sí misma por una adicción insufrible. Al final, como ya veremos en la siguiente entrada, la sociedad ganaría su pulso. Pero hubo muchos, como Ginsberg y todos los que se seintieron (y aún hoy se sienten) identificados con sus versos, que demostraron que, aunque por poco tiempo, se puede vivir de forma distinta a lo que mandan los cánones.